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Wellington, lo que el viento nos dejó

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Rodeada de bahías y colinas, la capital de Nueva Zelanda tiene seudónimos como Wellywood por el peso que el cine tiene en ella, donde todo recuerda a 'El señor de los anillos'. Además, figura en el ranking de las 15 ciudades del mundo con mejor calidad de vida.
He aquí los imprescindibles de Wellington, la capital de Nueva Zelanda o Windy Welly, como se la conoce por sus fuertes corrientes de aire. Es, además, una de las 15 ciudades con mayor calidad de vida del mundo.


1. Entrar a una colmena gigante

Dentro de los edificios gubernamentales (Parlament Buildings) de la capital neozelandesa, el más emblemático es el que aloja al Poder Ejecutivo. El gobierno es una monarquía parlamentaria que tiene como jefa de Estado a la reina británica Isabel II y como jefe de Gobierno al primer ministro, que desde 2008 es el neozelandés John Key. Este edificio fue construido en los 70 por el arquitecto Sir Basil Spence y popularmente recibe el nombre de Beehive (panal) por su excéntrica forma. Al lado hay otro edificio del Parlamento de estructura más clásica, donde están las oficinas del Poder Legislativo, y el trío de edificios famosos de Bowen St. Se complementa con una construcción de estilo neogótico donde se aloja la biblioteca del Parlamento.

2. Ver a los All Blacks

Es cuestión de estar atentos al calendario del estadio Westpac, también conocido como The Cake-Tin por su parecido a un molde para hornear tortas. Como plan B, vale la pena ir a un partido del equipo de rubgy local, los Wellington Hurricans, contra los Auckland Blues, el clásico nacional que equivale a cuando en España juega el Barcelona contra el Real Madrid.

3. Un tour de cine

El público masivo descubrió que Nueva Zelanda es una meca cinematográfica cuando Peter Jackson y sus equipo se llevaron 11 Oscars por la última película de El Señor de los Anillos, con sus mágicos escenarios rodados en el país. Las colinas de la ciudad contribuyen a darle un aire a Los Ángeles. Incluso hay un letrero que dice All Blacks en blanco, imitando al tradicional de Hollywood. Entre los actores y directores que nacieron o vivieron aquí está Jackson, pero también Russell Crowe (Gladiador), Anna Paquin (protagonista de True Blood) y Jane Champion (El piano). Algunas localizaciones de El Señor de los Anillos -y de El Hobbit, que se está rodando actualmente- son en Wellington y aquí está la sede de Weta, grupo de empresas cinematográficas centradas en la creación de efectos especiales. Están en el barrio Miramar y ofrecen tours temáticos de cine. Tienen en su interior a la Weta Cave, una tienda de recuerdos en forma de caverna con esculturas de un orco gigante o el propio Gollum en tamaño natural.

4. De 'shopping'


Una de las mejores calles para hacerlo es Lambton Quay, donde se pueden encontrar la mayoría de marcas neozelandesas y australianas, más alguna que otra americana y europea. Sobre esta calle (165-177 Lambton Quay) está la tienda por departamentos Kirkcaldie & Stains, que existen desde 1863 y es la versión local del Harrod's londinense, la Saks Fifth Avenue neoyorquina o El Corte Inglés de España. Otro lugar pintoresco para hacer compras, ubicado en la esquina de esta avenida con Willis St., es el Old Bank Shopping Arcade, un edificio que en 1901 fue la sede del Bank of New Zealand, ahora está transformado en centro comercial.

5. Subido a un tranvía

Wellington es casi tan famosa como San Francisco por los tranvías que recorren sus colinas. Uno de los trayectos más codiciados es el que sube desde la elegante Lambton Quay hasta el Jardín Botánico, un bosque nativo protegido de 25 hectáreas que, además de flores y pantas de todo tipo, tiene una casa en el árbol de varios pisos, un rosedal, una cafetería, un museo sobre el tranvía y un observatorio con planetario (Carter Observatory). Aunque se puede descender en el mismo tranvía, la recomendación es hacerlo caminando por los senderos del parque. Pero con mapa en mano. En caso contrario, la tupida vegetación lo puede dejar haciendo círculos horas. Otro lugar al que se puede subir para tener hermosas vistas es el Monte Victoria, un volcán extinto de 196 metros al oeste del centro, en cuyas laderas están ubicadas algunas de las residencias más lujosas de la ciudad.

6. De copas

Nueva Zelanda es de esos países donde la noche empieza y termina temprano, pero Wellington es la excepción a la regla y en los pubs de Courtenay Place se puede encontrar kiwis -como se les dice a los neocelandeses- pasada la medianoche cualquier día de la semana. Dentro de las recomendaciones para bailar e ir de copas estáMishmosh, en Allen St. y Courtenay Place. Una opción más elegante para cenar es The Tasting Room (Courtenay Place esq. Cambridge Terrace). Otra callecita imperdible para comer, beber y escuchar música es la peatonal Cuba St., con cafés como Fidel's y Southern Cross (35 Abel Smith St., a media cuadra de Cuba St). No se puede ir sin ver la curiosa fuente con cubos de colores que recuerda al juego de Lego.

7. Recorrido histórico

El Te Papa es el museo nacional de Nueva Zelanda y su nombre quiere decir nuestro lugar. En los seis pisos del edificio, sus muestras permanentes muestran un recorrido histórico, cultural y artístico sobre el país, que incluye una marae, templo sagrado de los maoríes. El centro tiene muchas exposiciones interactivas -por eso es uno de los favoritos de los niños- y recibe además decenas de exposiciones itinerantes por año. El propio museo está ubicado sobre los muelles de la ciudad, así que parte del paseo consiste en recorrer la zona que rodea al puerto y ver la silueta de los edificios más importantes del centro financiero (CBD).

8. Un 'kiwi' auténtico

Unos días en este país alcanzan para acostumbrarse a que cuando se habla de un kiwi se está haciendo referencia a una persona neozelandesa. Para la fruta se especifica kiwi-fruit y para el pájaro, kiwi-bird. Este pájaro típico del país está en peligro de extinción y uno de los pocos lugares donde se lo puede ver es en el Jardín Zoológico, ubicado a cuatro kilómetros de la ciudad y funciona de 9.30 a 17 horas. Otro lugar para apreciar kiwi-birds y más integrantes de la fauna nativa es Zealandia, una reserva natural a dos kilómetros.

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